Dos iracundas miradas se cruzaron; odiando, hasta que de los cuerpos brotó el sudor. Las manos –unas blancas, otras negras- empuñaron los Manchester. Éstos volaron, rebanando el aire para encontrarse en el fondo, en el medio y en el cenit con estrepitosa furia. Chocando, cantaron a la muerte con notas metálicas y fulgurantes. Una y otra vez se encontraron en el fondo, cantaron en el centro y destellaron en lo alto hasta que el filo de uno encontró albergue justo debajo de una oreja: limpia incisión que llegó hasta el lado contrario del cuello.
Así, aquellos siguieron siendo amantes, y el blanco dejó de ser cabrón.
FIN
Manchester: Nombre de marca impreso sobre la hoja del machete largo, tipo sable, introducido en Puerto Rico en el siglo XVIII. La palabra “machete” se deriva de dicho nombre de marca. Fuente: Sr. Dolores Manuel Marzán Matos, mi queridísimo abuelo. (Nota del autor.)
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