La sangre escurrió como un hilo fino. Los gritos resonaron en mi cabeza como estruendos de truenos en el cielo. Y ahora ¿qué hago? Nunca había visto sangre tan roja como esa. Tenía algo de jaleo en el estómago. Me olía tan fuerte la atmósfera. No es fácil ver sangre y menos cuando es ajena. La piel se le veía más pálida aún. Temblaba como si tuviera frío pero también sudaba bastante. Casi no se movía pero si gemía. Al rato jadeaba sin parar tomando grandes bocanadas de oxígeno moviendo la cabeza de un lado a otro. En mis ojos se asomaban lágrimas de desesperación de no poder ayudarla. Me sentía inútil, distante, impotente y hasta estúpido de no poder apaciguar su dolor. Sus piernas sudaban; mojadas en el lapachero de agua donde estaba tirada, se movían y de momento se paralizaban. Luego calma y silencio. Y yo pensando: “la calle está dura. Hay que buscárselas como sea. Cuando salga de esto, ya veré que hago”. Mi corazón se aceleraba mientras la miraba con el rabo de mi ojo. Estaba asustado. Luego pensé: “si existiera algo, un invento, un milagro que pudiera transferir ese dolor a mi cuerpo, lo haría”. De pronto, el alarido más ensordecedor me despertó de mi ensimismamiento. Sus manos me apretaron el cuello de la camisa hasta que me mordió en el hombro con una fuerza que nunca había sentido. Gritos, gritos, y más gritos de desesperación. ¡Yo también grité! Me desmoroné. Comencé a llorar también, no lo pude evitar. Las lágrimas me nublaban la vista. No me dejaban ver lo que ocurría. De repente, el llanto más irritable y sufrido inundó con agudeza mi oído y todo el cuarto de baño. Comencé a reír a carcajadas de forma nerviosa. ¡Por fin! ¡Nació mi hijo!
FIN
Este cuento fue uno de los finalistas seleccionados por el jurado del Décimo Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral para ser leído en público la noche del 5 de junio de 2015.
María M. Fontánez Rodríguez cursó una maestría en Comunicaciones y Mercadeo en Florida State University y un bachillerato en la Escuela de Comunicación Pública de la UPR. Casi toda su experiencia laboral ha sido en la industria de la Salud, en el área de Desarrollo de Negocios. Actualmente, se desempeña como Directora de Comunicaciones y Mercadeo para Adiestrate.com.
Me dejo absorto, atraido profundamente por el intenso relato que luego rapidamente concluyo en el desenlace final, en un intenso final, inesperado y abrupto, preñado de sorpresa. Muy impresionante cuento, muy al hilo coherente de principio a fin. Muy sencillo pero totalmente sorprendente he inesperado. gracias
Gracias Nelson,
Muy amable. Tus palabras son muy motivadoras para mí. Siempre me ha gustado escribir pero lo más que he hecho son documentos técnicos (reglamentos).
La posibilidad de crear me está gustando. De seguro vuelvo al certamen. Aunque no participe, lo apoyaré siempre porque creo que es una gran labor para difundir las letras puertorriqueñas.
La experiencia, ¡me encantó!
[…] “Bajo riesgo”, de María “Miny” Fontánez […]